jorgerubio | fotógrafo

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Restringido a las zonas más agrestes de los Pirineos debido a la presión que le sometió el hombre, sólo en esas zonas logró sobrevivir esta especie debido al aislamiento, la ley de erradicación de alimañas fue el detonante para esta y otras especies para que sus poblaciones quedaran diezmadas. Hoy en día es posible verlo en libertad también en las Sierras de Cazorla, gracias a un programa de reintroducción, donde desapareció en 1985 el último ejemplar, aunque de momento ese plan ha tenido serios problemas ya que las dos hembras puestas en libertad murieron como consecuencia del uso irracional e indiscriminado del veneno.