0 comentarios - 05/08/2016
Podríamos empezar analizando el objetivo que persiguen los organizadores cuando deciden llevar a cabo la edición de uno de ellos. Aquí he pensado en algunos que pretenden fomentar la fotografía; en otros que persiguen promocionar algún aspecto que pueda revertir en la conservación; otros para conseguir archivos fotográficos a un coste bajo o incluso gratuito y otros, vaya usted a saber.
Por otro lado estamos los participantes y a los que también habría que preguntar el por qué nos presentamos. También aquí se me ocurren varias razones, unos para aumentar el ego y el caché como fotógrafos, otros para intentar ganar dinero y con ese dinero invertir en la mejora de los equipos fotográficos, algunos otros también para testear el nivel de las imágenes de los participantes y algunos más solo para contentarse si llegan a ser finalistas y pueden obtener algún reconocimiento por su trabajo más allá del propio premio en sí. Lo que está fuera de toda duda es que nos atrae el montante económico que dicen repartir, en muchos casos premios en forma de material que a menudo el organizador no costea si no que busca patrocinadores que aporten dicho material, estancias de fin de semana, descuentos en artículos de fotografía (que se tienen que comprar en el establecimiento que cede el premio), etc. Nos sentimos seducidos a presentar nuestras imágenes intentado obviar lo que reflejan las bases del concurso: grave error.
Esta foto fue elegida como ganadora absoluta del I Concurso fotográfico Oeste Ibérico Norte Photo Contest organizado por la Fundación Naturaleza y Hombre,
Y es que últimamente están surgiendo concursos cuyo único fin es la de poder obtener un archivo de imágenes realizando una inversión económica mínima, con la intención clara de utilizarlas en su propio beneficio; ya sea directamente o incluso cediéndolas a terceros –lo que es mucho más grave- y obteniendo con ello una rentabilidad económica. Este beneficio no redunda en los autores que han realizado las fotografías, que han invertido tanto un esfuerzo económico como de tiempo y que han utilizado su creatividad y su técnica. Y ahora, tanto si ganas como si no, sólo por presentarte aceptas cederles las fotos. ¿Esto no es un abuso?
También y por otro lado, están proliferando concursos de “pago”, es decir, el participante debe abonar una cuota para poderse presentar. Este importe oscila entre unos pocos euros por foto o una cantidad fija. Y esta operativa se está llevando a cabo en concursos tanto a nivel internacional como a nivel nacional. Si el dinero recaudado fuera destinado casi íntegramente a premios bienvenido sea, pero también vemos que en algunos de ellos, los premios son aportados por los patrocinadores, así que podemos pensar que el concurso es un buen negocio para el organizador. No dejaremos al margen que el organizador tendrá sus gastos y no querrá perder dinero, pero averiguar su beneficio será tan fácil como hacer una estimación del número de fotos o fotógrafos presentados y hacer cuentas. Seguro que en la mayoría de esos concursos nos saldrán unas cuentas muy sabrosas y muy rentables.
Veamos un ejemplo, en el último concurso organizado por el GDT, se presentaron algo más de 17.300 fotógrafos (datos del propio organizador, donde no queda claro si son fotógrafos o fotografías) por los 30 euros que cuesta poder participar suponen muchos euros, se reparten en premios un total de 25.000 euros, y aunque al organizador le suponga gastos de organización y gestión del evento de entrega de premios…. ¿por lo que echar cuentas?
Y pongo otro ejemplo, el del último concurso sobre el que me ha llegado información. En él se reparten 6.000 euros en forma de material fotográfico que ha sido aportado íntegramente por patrocinadores. ¿Sabéis cuánto cuesta presentar una foto? 5 euros y sin limitación de fotografías para el que quiera participar. ¿Echamos también aquí cuentas?
Lo que está claro es que hay concursos que se organizan con fines no muy claros pero no vamos a generalizar, también existen muchos otros que desean mostrar la belleza, el arte y la técnica empleada por el autor o simplemente ayudar a que con esas fotografías se divulgue y se colabore con la conservación de las especies y de los espacios. Durante estos tres últimos años he formado parte del Jurado del concurso de fotografía FotoFio organizado la Junta de Extremadura y os puedo garantizar que este y otros muchos no tienen ningún tipo de clausulas abusivas ni fines lucrativos para la organización.
Sobre este particular la Asociación Española de Fotógrafos de Naturaleza AEFONA en el año 2011 creó una Comisión de Estudio de concursos llegando a analizar la mayoría de los relacionados con la fotografía de naturaleza. Contactaron con los organizadores de aquellos concursos donde sus bases parecían ser abusivas y el 40% de estos organizadores cambiaron sus bases argumentando en muchos casos que, simplemente, copiaban las bases de otros concursos sin analizarlas.
Dicho lo cual, termino diciéndoos que también otros colectivos de fotógrafos están dando la alerta sobre este tema y denuncian todas aquellas clausulas abusivas que se encuentran. También y gracias a la presión de estos grupos muchos de los concursos han llegado a cambiar sus bases. Actualmente hay un grupo en Facebook donde se vierten opiniones acerca de este tema. A continuación os dejo el enlace por si queréis echar un ojo a lo que cuentan.
Entrar en la dinámica de participar o no participar es una cuestión muy personal y cada uno valorará lo que más le interesa, pero lo que sí hay que hacer antes de presentarse es leerse bien leídas las bases para saber a lo que hay que atenerse. Y por supuesto, denunciar o comentar públicamente estos supuestos abusos.
"Al dar a las personas el poder de compartir, hemos hecho del mundo un lugar más transparente" Mark Zuckerberg.
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