Descripción de la imagen
Como os contaba el otro día el "petirrojo" sobre su comportamiento y os decía que son desconfiados pero cuando toman confianza se vuelven de lo más curioso y atrevidos, Robin, que es como le llamo a este petirrojo, me deparó una de las jornadas más agradables que he tenido en el comedero, mejor cebadero, ya que cuando este miércoles pasado me vio venir, enseguida se colocó sobre una rama como a unos dos metros de distancia y empezó a observar lo que realizaba, saque la bolsa con las provisiones de ellos, monté el hide, ordene todo lo que llevaba y me metí dentro a esperar, pues bien enseguida empezó a comer en los sitios donde le había puesto la comida, pero lejos de comer y de largarse, cuando se ponía en alguna postura que no me permitía fotografiarle chasqueaba con los labios Tc Tc Tc, el se balanceaba y volaba hasta los pies del hide yo le contemplaba desde los ventanucos a través de las redecillas, y él observaba como yo le observaba, como no se alejaba opte por hablarle.
Me acordaba de la peli del Kevin Costner (que tanto gusta a las chicas) Bailando con Lobos, y opte por bautizarle,. yo le decía Robin vete y él la primera vez al oír mi voz voló hasta un posadero más lejano 3 metros más o menos pero no más, a los diez o quince segundos volvía a comer y después de picotear y de tragarse unas cuantas bayas, volvía a venir hacia mí, y así estuvimos observándonos él comiendo y yo haciéndole fotos durante una hora larga, hasta que la luz del sol desapareció tras los montecillos, momento en que decidí salir del hide. Y no creáis que se asustó, no, se quedó tan pancho posado a metro y medio de mí, mirando eso sí, como desmontaba el hide, guardaba todos los pertrechos que llevaba y el quietecito en su posadero. Pensaría este ahora va y se lleva la comida.
Antes de marcharme me despedí de él, diciéndole te portaste como todo un peti, cuídate y hasta mañana.
Alguno dirá que este está más pallá que pacá y que menudas historietas que cuenta, pero hay veces que la naturaleza te depara muchas sorpresas, y me viene a la cabeza el Correlimos Menudo de Tarifa, un buitre Negro a dos metros del que le estaba haciendo las fotos y volaba y no estaba enfermo ni nada por el estilo, una Garza Real que tuve a un metro y no se sentía amenazada y era "salvaje" total, la Naturaleza, nos da muchas sorpresas y a mi me gustaría que cosas como estas siguieran ocurriendo, eso sería una señal de que cada vez se la agrede menos, pero costará muchas generaciones.
Luis Rivero
dijo el 23/06/2019 a las 17:43
Allá cada cual lo que piense, Jorge: esas situaciones son las que hacen pensar que no estamos tan lejos de lo que observamos, nos sirven para identificarnos más con la fauna, flora y seguir respetando y aprendiendo de la Naturaleza
Luis Rivero
dijo el 23/06/2019 a las 17:43
Allá cada cual lo que piense, Jorge: esas situaciones son las que hacen pensar que no estamos tan lejos de lo que observamos, nos sirven para identificarnos más con la fauna, flora y seguir respetando y aprendiendo de la Naturaleza